Errores comunes al elegir calzado de trabajo

Elegir el calzado de trabajo adecuado no es solo una cuestión de estética o de precio. Para quienes trabajan en sectores exigentes como la construcción, industria, logística o sanidad, el calzado de seguridad laboral se convierte en una herramienta más de trabajo. Sin embargo, es frecuente cometer errores a la hora de elegir unas botas de trabajo o zapatos de seguridad que pueden comprometer la salud, el rendimiento o incluso la seguridad del trabajador. Aquí te contamos cuáles son esos fallos más comunes y cómo evitarlos, reduciendo el riesgo de lesiones y problemas derivados.

1. No elegir la talla correcta

Puede parecer algo básico, pero muchos trabajadores terminan eligiendo un modelo de zapato que no se ajusta bien a su pie. Un calzado demasiado grande genera inestabilidad, mientras que uno demasiado pequeño causa molestias, rozaduras y fatiga prematura.

¿Cómo evitarlo?
Pruébate el calzado de seguridad al final del día, cuando el pie está más dilatado. Asegúrate de que haya un pequeño espacio entre los dedos y la puntera, y que el talón esté bien sujeto sin deslizarse.

2. Priorizar el precio por encima de la calidad

Un error muy común es optar por lo más barato sin tener en cuenta la durabilidad y la protección real que ofrece. Unas botas de seguridad de baja calidad pueden deteriorarse rápidamente, perder su función protectora o generar incomodidad desde el primer uso.

¿Cómo evitarlo?
Busca calzado con puntera reforzada, suela antideslizante, costuras resistentes y materiales que permitan la transpiración. Es preferible invertir un poco más en un producto fiable y seguro, dentro de una amplia variedad de modelos disponibles en el mercado.

3. No considerar el tipo de suelo o superficie de trabajo

Trabajar en superficies resbaladizas, irregulares o húmedas sin el calzado adecuado es un riesgo innecesario. Muchos accidentes laborales están relacionados con resbalones o tropiezos, y el zapato de trabajo incorrecto puede contribuir a ellos.

¿Cómo evitarlo?
Elige modelos con suela antideslizante certificada y específicos para tu entorno. Si trabajas en exteriores, opta por suelas profundas con buen agarre. En interiores, busca modelos con mayor flexibilidad y tracción. Considera los distintos tipos de calzados según el suelo y el tipo de actividad que desempeñes.

4. Ignorar el confort diario

Un calzado incómodo, aunque sea seguro, se convierte en una pesadilla después de varias horas de uso. La falta de acolchado, ventilación o ergonomía es un problema recurrente.

¿Cómo evitarlo?
Busca botas de seguridad o zapatos de trabajo que combinen confort y protección. Plantillas anatómicas, materiales transpirables y buena amortiguación son claves. Piensa en tu jornada laboral completa, no solo en la primera impresión al probarlos.

5. No elegir según el sector o la actividad específica

Cada sector tiene necesidades distintas. No es lo mismo trabajar en cocina industrial que en una obra o en un hospital. Muchas veces se elige el calzado “más general” sin tener en cuenta los riesgos específicos del entorno laboral.

¿Cómo evitarlo?
Consulta las normativas de seguridad aplicables a tu sector y asesórate sobre las certificaciones que debe cumplir tu calzado. ¿Requieres resistencia a hidrocarburos? ¿Protección contra descargas eléctricas? ¿Impermeabilidad? Cada modelo de zapato tiene características pensadas para situaciones concretas. Explora una amplia variedad de soluciones adaptadas a cada entorno.

6. Pasar por alto la transpirabilidad del material

La acumulación de humedad dentro del calzado es una fuente de incomodidad y, a largo plazo, de problemas como hongos o mal olor. Este aspecto suele ser ignorado al elegir unas botas de trabajo.

¿Cómo evitarlo?
Opta por materiales que permitan la ventilación como piel microperforada o tejidos técnicos transpirables. La durabilidad no está reñida con la frescura, y un calzado de seguridad laboral con buena transpirabilidad mejora el confort general del trabajador.

7. No revisar las certificaciones y normativas

Muchos trabajadores no se fijan en si su calzado cumple las normas de seguridad exigidas para su actividad. Esto puede derivar en sanciones o en una protección inadecuada.

¿Cómo evitarlo?
Verifica que tu calzado de seguridad cuente con certificaciones como la EN ISO 20345 o similares, dependiendo de tu país y sector. Esto garantiza que ha sido probado bajo estándares de seguridad reconocidos, reduciendo el riesgo en el entorno de trabajo.

Un calzado bien elegido es una inversión en salud y productividad

Evitar estos errores no solo protege tus pies, sino que también mejora tu rendimiento, reduce el cansancio y previene lesiones. Elegir bien unas botas de seguridad o unos zapatos de trabajo es invertir en tu bienestar diario.

En TUCLABORAL, entendemos que cada trabajo tiene sus exigencias. Por eso, ofrecemos un catálogo de calzado de seguridad laboral duradero, cómodo y adaptado a cada necesidad profesional. Porque un trabajador seguro, es un trabajador más eficiente.

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